La historia la cambian los valientes, y los nómades digitales.
Viví mis primeros 15 años en Tupambaé, Cerro Largo, un pueblo de 1200 habitantes con costumbres tradicionales y nacionalistas. Si en ese momento me hubieran contado que mi futuro laboral sería colaborar con personas en Alemania, India, Estados Unidos y otros países del mundo no les hubiera creído. Pequeños pasos guiaron mi presente. No fue casualidad, sino decisiones, constancia y trabajar en mis sueños. Esto de trabajar y viajar empezó hace 10 años, o tal vez más…
En 2014, en PedidosYa, comenzó esta historia que tiene una precuela de 10 años antes del auge actual de los nómades digitales en el 2023. Hace una década junto con la cabeza de negocio de Álvaro García (Co-fundador de PedidosYa), la agilidad en las decisiones de Adrián Aubone (Vice Presidente de Producto), y yo como Manager de Fotografía de Producto, montamos un equipo de más de 40 personas en toda América Latina. En aquel entonces, desconocíamos que desde Uruguay estábamos cambiando la forma de pedir comida. Hace una década, sin darnos cuenta, confiamos en el presente y creímos firmemente en lo que hacíamos.
Nos contactaban empresas de Alemania, Grecia, USA, querían saber cuál era el secreto de ser la única plataforma a nivel mundial que contaba con fotografías reales en todo su menú. No había truco, no había magia. Le poníamos a las personas un video de 5 segundos de: “hamburguesas con el queso derretido”, luego le preguntábamos que pensaban y la respuesta era inmediata: ¡quiero una hamburguesa! No podíamos explicar el concepto de Foodporn, pero lo probábamos y funcionaba, los números crecían, la gente se volvía loca con las fotos de comida. Mis amigos me preguntaban: ¿Trabajas en PedidosYa? ¿Sos delivery? No podía explicarlo, pero sabía que lo que hacía cumplía dos condiciones: me apasionaba y hacía que la experiencia de las personas sea cada día un poquito mejor.
Ese sentimiento de confiar en el presente, creer sólidamente que lo que estábamos haciendo era lo correcto, sin darme cuenta se transformó en mi himno. Queríamos cambiar la forma de vender comida, lo que nos sabíamos era que el sistema que habíamos montado, al menos a mi, me cambiaría la forma de ver la vida. Ese formato me permitió viajar por América Latina, contratando personas y asegurando la calidad de nuestro trabajo. Brasil, Argentina, Colombia (entre otros), la adrenalina de descubrir nuevos lugares me impulsaron. Trabajaba intensamente y exploraba las costumbres de los locales. En este momento surgieron muchos spoilers de desafíos que hoy me tocó enfrentar: recuerdo la primera vez que llegué a Colombia y me di cuenta que no iba a poder cargar mi computadora con el enchufe que tenía.
Pasó el tiempo, en 2021, surfear en Costa Rica con Mango Surf reveló la posibilidad de trabajar frente al mar. Creíamos que íbamos 10 días a surfear, pero el universo tenía otro plan para nosotros. Un test de Covid Delta positivo que lo cambiaría todo; no podíamos entrar a nuestro país hasta que Uruguay lo decidiera. Respirar y esperar. Otro spoiler del nómade digital. Y sin saberlo se abrió una puerta que nunca pude cerrar: el minimalismo de trabajar frente al mar: una computadora, una tabla de surf, y un labial (pues; antes muerta que sencilla).
En 2023 trabajando en Europa, India, Sri Lanka, Indonesia me enfrenté con muchos desafíos que estaban en mi valija de recuerdos. Cuando era niña mi mamá nos decía: ¡nos vamos a campaña! Iba con lo puesto y a veces con una mochilita donde llevaba solo un abrigo, y siempre me dormía en el viaje… Es por eso, que nada empezó acá. Para llegar a la realidad de hoy tuve que aprender (y sigo aprendiendo) sobre mis propias habilidades blandas: soltar el control, manejar el estrés, tomar decisiones rápidas en momentos de cambios, apertura de opinión y escucha activa, y por sobre todo: aprender a ser libre en todas sus dimensiones.
No se que será de mi vida profesional en 10 años, tampoco sé porque estoy escribiendo esto. Solo sé que funciona. Amigos y conocidos se intrigan sobre aspectos del nómade digital y sé que a muchos les resuena, y tal vez leer esto les sirva de impulso para entender que nada es perfecto, que todas las mínimas decisiones que tomamos nos van a llevar a algún lugar, siempre estamos a tiempo de volantearla y que nunca estamos llegando tarde a ningún lado (solo a los vuelos, a esos si recomiendo llegar en hora).
Si miro para atrás, y ahora tuviera que responderle a los Griegos cuál fue el truco del equipo de Fotografía de Producto de PedidosYa podría decir que la conjunción de 3 aspectos: la buena energía constante, profesionales con un potencial de p**a madre, y un equipo con la camiseta puesta. ¿Sobre las habilidades duras te preguntarás? Te juro que esas las aprendes en el camino.
